Resumen

Un par de hermanos se ven obligados a cambiar de ciudad justo antes de navidades, ella una friki amante del yaoi, el un gay timido que no termina de entender los gustos de su hermana. Pero gracias a ella entrara en un nuevo circulo de amistades donde creen que el es igual de friki que el resto.

Capitulo 4 – Conociendo detalles

jueves, 19 de noviembre de 2009 en 11:35
Esa misma mañana mi hermana había estado rondándome y preguntándome también por lo del baño con Carlos, como hubiera hecho Pedro la noche anterior, aunque su reacción había sido totalmente distinta, le emocionaba saber que de alguna manera "ligaba" aunque no fuera con la persona mas adecuada, también me pregunto por mi "relación" con Pedro y si yo tenia realmente algún interés como el había sugerido Andrea a ella, aunque intenté pasar del tema con alguna que otra evasiva, solo conseguí que ella se interesara mas aun. Finalmente después de descubrir que iba a ser imposible evitarla y mas aun si se aliaba con Andrea, decidí confesarle, que efectivamente estaba interesado por Pedro, pero que aun no tenia muy claro si me gustaba o simplemente me atraía por ese descaro del que hacia gala, contándoselo pude a su vez pedirle que no comentara nada, pues tampoco quería que fueran haciendo de celestina ni ella ni Andrea.

Después de comer Angy y yo estuvimos divagando distintas teorías sobre cual seria la historia de Carlos, y en esas estábamos cuando llamo Andrea súper emocionada.

– Angy, esta noche hacen fiesta de espuma en una disco gay que hay cerca de la de anoche, dime que os vais a apuntar – Escuche que le decía a mi hermana, pues ella había puesto el móvil en manos libres.
– ¿Intentas distraernos? – Dije entre risas – No se si recuerdas que prometisteis contarnos lo de Carlos, Angy y yo andábamos haciendo nuestras propias teorías. Por cierto ¿como que hacen una fiesta en una disco un domingo por la noche?
– Pues porque es navidad, en navidad esta disco no cierra nunca, en cuanto a lo de Carlos, ¿que tal si quedamos ahora dentro de un rato y tomamos algo mientras os lo contamos? pero esta noche fiesta de espuma – Dijo ella
– Yo lo veo bien – Como no mi hermana todo lo veía bien aunque he de reconocer que a mi también me llamaba la atención lo de la fiesta de espuma pues nunca había estado en ninguna. – Pero con la rasca que hace ¿no será un poco arriesgado? Podemos pillar un resfriado cuando salgamos empapados, no quiero estar todas las navidades resfriada.
– No te preocupes la disco tiene vestidor solo debes llevar bañador bajo la ropa una vez allí estas en bañador y antes de se salir te pones tu ropa seca, o si no quieres estar en bañador puedes llevarte ropa de repuesto y te cambias en el baño antes de salir, eso si, no olvidéis una toalla de playa para secaros antes del cambio de ropa.
– Visto así, no suena mal del todo – Respondió mi hermana mirándome con cara de cordero degollado.
– Bueno vale ¿pero a que hora quedamos esta tarde? – dije finalmente suspirando.
– ¿Que tal dentro de una hora? podemos quedar en Kanji – comics ya que sabéis donde es, justo enfrente hay una cafetería que esta muy bien.
– Perfecto, así me da tiempo a cambiarme de ropa – dijo mi hermana
– Angy por el amor de dios es domingo por la tarde ¿puede ser que no salgas vestida de vampiresa por ahí? – Le dije esperanzado.
– Oye que solo pensaba ponerme algo menos de andar por casa, tranquilo que no pasare con el maquillaje.
– Mejor, porque yo no pensaba arreglarme mucho – Dijo Andrea de pronto.
– Entonces perfecto, quedamos en un hora en Kanji – Dije antes de que mi hermana colgara el teléfono.

Después de un rápido cambio de ropa, salimos a la calle y nos sumergimos en el mar de gente que hacia sus compras de ultima hora, pues al faltar solo un par de días para navidad, algunas tiendas se permitían abrir en domingo para satisfacer así el espíritu consumista de las fiestas.
Durante al camino mi hermana fue inventando hipótesis de lo que nos contarían esa tarde, como la que comenta una película, aunque en realidad ninguno de los dos nos esperábamos lo que nos contaron mas tarde.

Al llegar estaban solo Andrea y Pedro, porque Marina había quedado con unas antiguas compañeras de clase para hacer algunas compras, según nos dijeron ellos, de manera que nos sentamos los cuatro en una mesa al fondo del local, que en realidad era una mezcla de cafetería, cyber y biblioteca, al fondo del local había algunas estanterías con cómics, una pantalla junto a la barra mostraba videos de cantantes japoneses aunque realmente no coincidían con la música de fondo que era japonesa pero a las claras nada tenia que ver con los video que mostraba la pantalla. Evidentemente mi hermana había empezado a dar saltitos de alegría desde que había cruzado la entrada, y miraba a todos lados preguntándolo todo. Tanto que por un momento pensé que se había olvidado par que habíamos quedado, si era una maniobra e distracción desde luego no funcionaria conmigo que no me internaba lo mas mínimo todo aquellas cosas frikis de Japón. Todo empezó a ser mas surrealista cuando llego el camarero, un chico vestido de uniforme al mas puro estilo mayordomo, un chico de piel blanca y pelo castaño peinado al estilo emo, que parecía directamente sacado de las paginas de cualquiera de los magas que tanto amaba mi hermana.

– ¿Que vais a tomar?
– Para mi un te negro y un Dorayaki pero de chocolate, no me lo traigas de anko que es muy empalagoso – Dijo Andrea con una gran sonrisa.
¿Dorayaki? ¿Anko? ¿Acaso no había cosas normales allí?
– A mi ponme un Nestea y... ¿Tenéis Daifuku? – Dijo Pedro mirando la pequeña carta que yo no había visto hasta entonces.
– Si, lo hay de fresa, anko, chocolate, kiwi y puede que quede de helado de vainilla. ¿Te lo miro? – Respondió el chico sonriendo a Pedro "¿Le estaba tonteando?".
– No, no, tráeme de fresa – Acto seguido dejo la carta que yo aproveche para mirar, Dorayaki, Daifuku, Mochi, Tempura de Helado, pastel de chocolate... Menos mal, al menos había cosas normales en la carta, aunque en realidad no pensaba comer nada, lo cierto es que no tenía hambre y no acostumbraba a merendar.
– Yo quiero un batido de fresa y Dorayaki de Anko – Dijo mi hermana feliz.
– Para mi un café con leche – Dije dejando al carta a un lado.
– ¿No vas a comer nada? – Pregunto extrañado Pedro
– No suelo merendar, además no tengo hambre.
– Eso es lo de menos, aprovecha para probar algo – Dijo Andrea resuelta
– Es que de todas formas no me gustan los dulces.
– Dios, un café, no le gustan los dulces, eso suena tan Seme – Dijo Andrea emocionada mirándome con cara de... "de idiota, no lo puedo definir de otra forma". En ese momento mi hermana y Pedro empezaron a reírse mientras el camarero me miraba "¿Con cara de emoción? ¿Pero que pasaba allí con todo el mundo?". Aprovechando que el camarero ya parecía irse decidí preguntar antes de que mi hermana se entretuviera en conversaciones frikis de ukes y semes, si para mi desgracia sabia perfectamente de que carajo hablaba Andrea cuando me llamo "Seme". Mi hermana ya se había encargado de explicarme que en los mangas Yaoi, los uke eran los pasivos y los seme los activos y claramente no era momento para hablar de ello, habíamos venido a otra cosa.


– ¿Y como empezasteis a compartir ex-novio vosotros dos? – Dije sin esperara que dejaran de reír, aunque las risa pararon nada mas pronunciar esas palabras y mi hermana comenzó a mirarlos con la misma cara de interés que yo.

Fue Andrea quien comenzó con la historia:

En realidad conocí a Carlos en 3º de ESO, a mi me habían cambiado de clase y no conocía a nadie, lo cierto es que ese año habían cambiado a mucha gente, éramos un curso demasiado problemático y la directora no sabia muy bien que hacer con nosotros, en un intento por mejorar el ambiente y separar a los grupos mas alborotadores había aprovechado el cambio de ciclo para mezclarnos a todos de manera que con eso de que no nos conocíamos, o no teníamos confianza, diéramos muchos menos problemas, la principio funciono, o al menos el primer trimestre, pero después todo volvió ser como antes, éramos unos jodidos rebeldes, desde el principio no me había gustado el, se sentaba detrás mía en clase y se dedicaba a comentar con su compañero de mesa todas y cada unas de mis acciones, solía reírse de mi por mis respuestas a los profesores por mis conversaciones con mi compañera o incluso por la ropa que llevaba y eso que por aquella época yo no era la friki que soy ahora, era una simple chica normal y corriente de 14 años. En realidad era el "gracioso" de la clase, siempre contestaba mal a los profesores y andaba haciendo el payaso a todas horas, como estudiante era bastante mediocre aunque bueno tampoco es que el resto de la clase tuviéramos un nivel intelectual sobresaliente, mas que nada porque nadie se molestaba mucho por los estudios, si podíamos aprobar bien pero no nos matábamos por sacar notas. El caso es que en el segundo trimestre cuando se acercaba la fecha de San Valentín, el empezó a meterse conmigo de otra forma, jugaba a tontear conmigo, intentando que yo de alguna forma me fijara en el para después poder reírse de mi a mis anchas, pero evidentemente yo me había dado cuenta de lo que pretendía y no le hacia ni caso a sus tiritos. El día de San Valentín era costumbre en el instituto que los de 4º organizaran ventas de flores y entrega de cartas por las clases, una semana antes podíamos encargar una flor o dejar una carta en un buzón en secretaria de manera que el 14 de Febrero los chicos de 4º se dedicaban medio día a repartir cartas y flores por las clases. La mayoría siempre eran flores de cachondeo o de alguna parejita que se dedicaba ese día a refregar su amor por la cara del resto de compañeros. Yo por supuesto no esperaba ni carta ni flor, pero cuando llegaron las dos chicas de 4º a nuestra clase había una carta y una flor para mi, la carta era de Carlos y supuse que la flor también, pensé que debía tener muchas ganas de cachondearse para haber incluso gastado 20 duros en una flor así que sin hacerle mucho caso a las estupideces de la carta simplemente le eche encara lo estúpido que era por gastar 20 duros solo para reírse de mi. Pero el me dijo que la flor no era suya y yo no le creí pensé, que solo intentaba hacer que me ilusionar por el hecho de tener un "admirador secreto" para poder reírse aun mas de mi. El caso es que al día siguiente se propuso descubrir quien era mi "admirador secreto" y yo por supuesto no le hice ni caso. Estuvo semanas "investigando" y molestándome con posibles candidatos a ser mi "admirador secreto", yo empecé a pensar que quizás era cierto que la flor no había sido suya y que realmente le intrigaba saber quien me la había enviado, así que decidí seguirle el rollo. Con la tontería de la investigaciones empezamos a llevarnos bien y para cuando me vine a dar cuenta ya estaba loca por el, y se que sonara esto va a sonar a shojo barato, pero al cabo de un tiempo el realmente parecía celoso de quién me había enviado la flor, hasta el punto que un día en los pasillos hablando con un antigua compañero de otra clase vino a ponerse por medio acusándole de ser quien había enviado la flor, yo discutí con el por aquello aunque el siguió modo "posesivo" conmigo, antes de que terminara el trimestre ya había empezado a seguirme en plan pesado, quería que saliera con el con la excusa de sacar así a la luz a mi "admirador" aquello no tenia sentido y le dije claramente que silo que quería era salir conmigo que me lo dijera abiertamente y sin excusas. Al final se trago su orgullo y me pidió salir, nunca supe quien me había enviado la flor pero para cuando termino el curso, apenas con 15 años, yo tenia novio.

Estuvimos juntos durante el resto de la ESO y el bachillerato gracias a que yo la hacia estudiar al menos lo mino para aprobar, el verano después de terminar bachillerato los padres se mudaron a un piso nuevo y el cambio de barrio, justo enfrente de su casa había un parque donde solíamos quedar por las tardes y un día conocimos a algunos chicos que también quedaban en el parque, entre ellos estaba Pedro.

– A partir de ahora la historia la cuento yo – Dijo Pedro interrumpiendo a Andrea.

Por aquella época yo tenia 17 años y tenia muy clara mi sexualidad, aunque iba de "discreto" por la vida, Mis asuntos eran míos y solo míos tampoco pretendía que toda la ciudad lo supiera y tampoco me hacia mucha gracia, de manera que solo era realmente "libre" cuando estaba con otros gays y aunque tampoco es que me fuera escondiendo delante de otros amigos y conocidos no dejaba relucir quien era, para ellos yo era hetero y a menos que me preguntaran abiertamente no les iba a dar pie a pensar lo contrario.
El caso es que Cuando conocí a Carlos el me pareció súper simpático teníamos muchas cosas en común me encantaba, como amigo y pasamos casi todo el verano juntos incluso cuando mis amigos no quedaban con el y Andrea Carlos y yo quedábamos para hacer cualquier cosa, al principio pensé que solo era un amigo para mi hasta que un día el me dijo que en realidad si yo fuera una chica nosotros seriamos la pareja perfecta, entonces le pregunte por Andrea y me dijo que si que la quería que llevaban 3 años juntos, que le gustaba mucho pero que en el fondo hacia tiempo que no sentía lo mismo por ella que en realidad no estaba seguro que hacer quería dejarla por que no le parecía justo estar con ella sin sentir lo mismo pero no sabia como hacerlo sin hacerle daño. Después de aquello me lo pensé mucho y le dije que era gay, al principio pensé que me rechazaría e incluso dejaría de hablarme pero al contrario de eso me dijo que ya lo sabía, que lo había sospechado todo ese tiempo y que no le importaba. Para entonces el verano había terminado y Andrea había empezado la carrera de publicidad, mientras que Carlos se había tomado un año sabático para trabajar y poder sacarse el carnet antes de decidir que haría después. Un fin de semana que salimos mientras Andrea se había quedado estudiando acabamos muy borrachos, tanto que cuando nos quisimos dar cuenta ya nos estábamos besando, obviamente entre la borrachera y el calentón acabamos montándonoslo en la playa después de eso Carlos y yo empezamos a cambiar de actividades ya no quedábamos para salir, si no para follar yo sentí mucha pena por Andrea por que en el fondo me caí a bien me parecía muy buena chica y era simpática, pero estaba loco por Carlos y el lo único que me decía era que le daba pena dejarla, que no sabia como hacerlo y que estaba esperando el momento para dejarla que quien el gustaba era yo, pero que tenia que comprender que llevaba mas de 3 años con ella y la quería, no quería hacerle daño. En aquel momento le creí e incluso me pareció tierno por su parte el hecho de no querer hacerle daño a Andrea, después de todo curiosamente no tenia celos de ella.
Todo cambio cuando un fin de semana que yo estuve resfriado no pude salir y Andrea tenía exámenes de manera que Carlos decidió salir solo a ver si se encontraba con algunos amigos. El lunes siguiente en el instituto uno de mis compañeros y mejor amigo, me contó que había visto a Carlos con otro chico, el no sabia que yo estaba liándome con el pero sabia que éramos amigos y le pareció sorprendente, al fin y al cabo para el resto del mundo Carlos era hetero y tenia novia, y a diferencia de esa novia al que no le tenia celos si que le tuve muchísimos celos al chico con el que se había ido ese fin de semana, no tarde mucho en descubrir quien era y decidí preguntarle a le directamente, en todo momento como amigo de Carlos y no como su "amante" el chico que me conocía y sabia que yo era gay pensó que simplemente quería confirmar el hecho de que Carlos se lo montara con otros tíos para si poder yo aprovechar la situación, yo no le hice pensar lo contrario y el simplemente se jacto que después de mese de amistad, había sido el quien se lo follara y no yo.
Aquello no me gusto lo mas mínimo, pero decidí hacerme el tonto para ver por donde salía Carlos, obviamente no me dijo nada pero yo decidí no volver a acostarme con el, de manera que el siguiente fin de semana le puse una excusa para no salir y el volvió a salir solo. El lunes confirme mis sospechas y el chico de la otra vez me contó que esta vez se había ido con otro, solo por echarme en cara que yo era el único con el que no se liaba, obviamente el no sabia nada de lo que había entra Carlos y yo.
Y eso fue lo que me decidió a reventar al burbuja, decidí dejar a Carlos pero no solo eso si no que le confesaría a Andrea todo lo que había pasado entre el y yo, había jugado conmigo pero estaba jugando aun mas con ella, sabia que ella me odiaría pero al menos Carlos perdería mucho mas que yo.

– así que me lo contó todo – Interrumpió Andrea – Obviamente yo le odie por ello y lo pase fatal, deje a Carlos y le dije que lo sabia todo, el le echo en cara a Pedro el habérmelo contado.
– Y fue entonces cuando le yo le conté que sabia lo que había hecho, que se había ido con otros chico s – Continuo Pedro – después de eso cauno fue por su lado pero Andrea y yo compartíamos un odio por igual hacia Carlos, ella no me hablaba pero un día meses después volvimos a coincidir en una fiesta, y con la borrachera pasamos toda la noche echando pestes de Carlos.
– Pedro lo había hecho mal, pero en el fondo sabia que Carlos había jugado con los dos, durante meses nos volvíamos a encontrar en pubs y alguna que otra reunión de amigos, poco a poco fuimos cogiendo amistad y ahora le quiero con locura – Termino Andrea sonriéndole a Pedro.
– Yo también te quiero cariño – Respondió Pedro dándole un beso en la mejilla.
– En cuanto a Carlos, siguió por ahí tonteando con todo lo que se movía a el le da igual con quien con tal de follar, y lo peor es que el carbón tiene mucho éxito, sierpe anda con alguien. Pero lo que mas le gusta es putearnos, porque obviamente fuimos nosotros quienes esparcimos el rumor de su "bisexualidad". Es mas no me corte un pelo cuando su madre me pregunto porque había dejado a su hijo y le dije claramente que su hijo se había estado follando a su amigo y que por eso lo había dejado.
– Obviamente el nos odia.

Mi hermana y yo habíamos escuchado todo el relato atentamente y ahora ambos los mirábamos sorprendido, aunque fue mi hermana la primera en hablar.



– En resumen, que mas vale no meterse con vosotro s – Dijo ella intentando romper la tensión del momento.
– No, yo que tu no lo haría – Rió Andrea – Pero no nos confundas, no somos unos cabrones sin escrúpulos, fue Carlos quien la cago pateándonos.
– En eso os doy la razón – Dije yo al fin saliendo de mi mutismo.
– En fin, y esa es la historia de cómo es que Andrea y yo compartimos ex-novio, ¿Os ha gustado o esperabais algo mas interesante? – Pregunto Pedro como quién pide opinión de una película.
– Yo no se Angy, pero a mi desde luego me habéis sorprendido, aunque no se por que, debería haber esperado algo así de vosotros.
– ¿Qué insinúas? – Dijo Andrea entre risas
– Que estas alturas estoy empezando a pensar que lo que no os haya pasado a vosotros no le pasa a nadie – Respondí haciéndolos reír a todos.

Para cuando me vine a dar cuenta eran las nueve de la noche y habíamos pasado toda la tarde en la cafetería mientras Andrea y Pedro nos contaban su historia y mas tarde bromeando sobre algunas anécdotas mas de sus increíbles aventuras surrealistas. Pero debíamos irnos ya a casa para cenar, si queríamos ir mas tarde a la fiesta de espuma, que en realidad empezaba a parecerme interesante, dada la compañía era imposible que no pasara algo sorprendente.

– Esta noche se supone que debía conducir yo, pero es que la verdad es que me gustaría beber y Marina no vendrá con nosotros para encargarle el muerto, ¿Os importa que vayamos en Taxi? No saldrá muy caro si lo dividimos entre cuatro – Dijo Andrea mientras salíamos de la cafetería.
– En realidad yo podría conducir, si es que me dejan el coche mis padres, aunque en realidad lo dudo – Dije preguntándole a mi hermana con la mirada.
– Yo creo que acabamos antes en taxi – Respondió ella
– Eso, además esta noche te tenemos que emborrachar – Atajo Andrea
– Ni se os ocurra pensar que me emborrachare y haré alguna locura – Les dije con desden.
– Eso esta por ver – Respondió Andrea con una sonrisa que no auguraba nada bueno y mas teniendo en cuenta que mi hermana la miraba a ella de igual manera.
– Bueno, entonces ¿Qué tal si quedamos a las once aquí? – Dijo Pedro sacándome de mis pensamientos – Hay una parada de taxis cerca y nos viene bien a todos.
– Yo lo veo bien – Respondió mi hermana mirándome, yo simplemente asentí.

Nos separamos al llegar a la esquina de la calle donde ellos se fueron hacia la derecha mientras que nosotros continuamos recto.

Después de una cena en la que mi madre cada vez se interesaba mas por nuestras nuevas amistades, mi hermana y yo conseguimos escapar sin contar demasiado, sobre todo del tema del nuevo “ambiente” en que nos movíamos ahora.

Afortunadamente con eso de que era una fiesta de espuma, mi hermana no tardo mucho en vestirse y no dedico demasiado tiempo a su pelo y maquillaje. Porque la verdad es que íbamos algo justos de tiempo. Mi madre volvió a hacernos las preguntas de rigor antes de salir y mas cuando nos vio con las mochilas donde llevábamos los cambios de ropa. A punto estuvo de decirnos que no fuéramos, ya que era una locura dadas las fechas, cosa con la que yo en el fondo estaba de acuerdo con ella, pero ya éramos mayorcitos como para que nos andase prohibiendo cosas, así que al final se despidió resignada pidiéndonos por favor que no saliéramos mojados a la calle. Estaba claro que al menos yo le haría caso, me negaba a pasar las navidades resfriado.

Cuando llegamos a Kanji aun no habían llegado Andrea y Pedro, pero tardaron poco en aparecer por la esquina de la calle.

– A veces eres peor que una tía, te lo juro ¿Cómo puedes haber tardado tanto en vestirte para una fiesta de espuma? – Le reprochaba Andrea a Pedro.
– Tu no lo entiendes, eso no tiene nada que ver, hay que ir vestido para la ocasión, es una fiesta de espuma ibicenca, tenia que ir ibicenco, me ha costado encontrar esto en el armario – Decía señalándose una camisa blanca como de lino, abierta hasta la mitad del pecho y unos pantalones también blancos de la misma tela que la camisa, que llevaba bajo el abrigo, al tiempo que llegaban a nuestro lado.
– ¿Lleváis mucho esperando? Si es así que conste que ha sido culpa del ibicenco – Dijo Andrea señalando a Pedro.
– No os preocupéis acabamos de llegar – Dijo mi hermana – Estas muy guapo Pedro así que te perdonamos – ¿Verdad Nando? – Dijo Angy mirándome.
– Si, claro – Balbuceé
– ¿Si que? ¿Qué estoy guapo o que me perdonas? – Respondió Pedro con una mirada tentadora.
– Esto… yo… – Me había dejado sin palabras, iba muy guapo pero tampoco se lo quería decir.
– Vamos Pedro, deja de agobiar al pobre Nando – Atajo Andrea salvándome la vida – Vámonos ya que si llegamos antes de las doce, la entrada es gratis.
– Entonces vamos allá – Dijo mi hermana feliz agarrando a Pedro por la cintura y comenzando a andar.
– Mírala que lista ella, vamos Nando no nos quedemos atrá s – Se apresuro a decir Andrea mientras me cogía a mi por la cintura.

Hicimos el resto del camino “emparejados” tal como estábamos hasta la parada de taxis, donde afortunadamente había un par de ellos, de manera que no tuvimos que esperar. El trayecto no fueron más de diez minutos y aunque no fue precisamente barato dividido entre los cuatro tampoco resultaba excesivo.

Al bajarnos decidí pagar yo que no tenia cambio y dentro el resto me dari cada uno su parte, así que me quede un poco atrás mientras la chicas se alejaban con Andrea dándole explicaciones a mi hermana de lo que seria la noche.

Cuando terminé de pagar noté como me volvían a coger por la cintura y pensé que seria Andrea de nuevo hasta que me giré y pude escucharlo muy cerca de mi oído.

– Cambio de pareja s – Dijo Pedro de manera sensual, casi rozando sus labios con mi oreja, en esos momentos odié la abundante iluminación de la calle, pues seguramente era evidente lo muy rojo que me estaría poniendo.
– Uhhhhhhh– Gritaron mi hermana y Andrea desde la otra acera cuando nos vieron, lo cual seguramente hizo que me subieran mas los colores.
– ¿Sabes? Creo que llamas demasiado la atención, eres demasiado mono y tímido, eso pone cachondo a mas de uno – Dijo el haciendo que abriera la boca desmesuradamente. – No hagamos esperar a las chica s – Continuo sin darme tiempo siquiera a contestar, tirando mí por la cintura mientras cruzábamos la calle.
– Mira, mira, ya esta metiendo cuello – Decía Andrea a mi hermana mientras le daba ligeros codazos en el costado. En cualquier otro momento me habría separado rápidamente de cualquiera, pero aun estaba medio en estado de shock por sus palabras.
– Parece que vas por buen camino – Le dijo Angy a Pedro mientras me miraba a mi en mi mundo paralelo, lo cual hizo que me diera cuenta de la situación y apartara a Pedro de mi lado de un ligero empujón.
– Dejaos de bromas, no me gusta que se rían de mi – Conteste un poco molesto.
– Aquí no se esta riendo nadie – Dijo el con las manos en alto y una picara sonrisa en su rostro.
– Lo que sea vamos ya, a ver si al final tenemos que pagar la entrada con tanta tontería – Añadí avanzando un poco.

– Es para el otro lado – Dijo Andrea riendo, al tiempo que me agarraba del brazo y tiraba hacia la otra dirección, lo cual hizo que los demás también se rieran. – Venga, venga no molestéi s – Continuo ella entre risas, a lo cual yo refunfuñe un poco y seguí en la dirección que ella me había indicado.

Mientras nos acercábamos a la disco vimos varios grupos de gente haciendo botellón, algunos saludaron a los chicos de lejos y otros se acercaron a preguntar, si irían a la fiesta de espuma o al pub, nos presentaron a algunos de los que se acercaron y nos entretuvieron unos momentos hasta que Pedro y Andrea vieron que ya eran cerca de las doce de la noche y nos apresuramos a irnos a la disco.

Una vez en la puerta me preocupe un poco cuando pidieron el DNI a mi hermana, ella aun tenia 17 de manera que si lo enseñaba no la dejarían pasar.

– Es que lo perdí hace una semana y aun no he ido a hacérmelo de nuevo, me acabo de mudar. – Dijo ella con un exagerado acento gallego.
– Vamos Javi, viene con nosotro s – Dijo Pedro al portero.
– Espero que sea mayor de edad al menos, por que si no me deberás una gorda Pedro, ya sabes como esta el tema últimamente. – Dijo el portero dejándonos pasar.
– Claro, claro, no te preocupe s – Respondió el empujándonos hacia el interior de la disco.

Apenas entramos vi un grupo de chicas llenas de espuma que se correteaban las unas a las otras cámara en mano, a ver quien hacia la foto mas ridícula, un par de ellas llevaban pantalones cortos con tops de tirantes, pero las cuatro restantes iban directamente en bikini con faldas cortas que mas bien podían haber sido cinturones anchos, una de ellas que huia de otra de las chicas con cámara tenia todo el maquillaje corrido y la cabeza llena de espuma, en una de las carreras dio un patinazo debido a que iba descalza y acabo cayendo estrepitosamente al suelo mientras las demás reían y se acercaban a inmortalizar el momento, al principio pensé que se habría hecho daño pero la chica empezó a reír escandalosamente y tiro de las piernas de una de las que se había acercado, en pocos segundos estaban casi todas en el suelo intentando levantarse entre risas.

– Veis, ese es el espíritu – Dijo Andrea animada – Ahora solo procurar no resbalar antes de cambiaros de ropa si no queréis mojar la ropa que os pondréis después al salir.
– Laura cariño, dejadnos pasar que nos cambiemo s – Dijo Pedro dándole la mano a una de las chicas del suelo, esta se ayudo de su mano para ponerse de pie y acto seguido se abrazo a el. – Cabrona, estas empapada, dejad que me quite el abrigo y ahora me saludái s – Se apresuro a decir al ver que las demás iban por el mismo camino.
– Que soso Pedro – Dijo una de ellas haciendo un mohín cómico. – Cámbiate rápido y entra para dentro, nosotras estamos junto a la barra.
– Si, si ahora voy – Respondió Pedro dejándolas marchar.
– ¿Tu conoces a todo el mundo o que? – Le dijo mi hermana sorprendida
– Hombre, a todos, todos, no pero si que conozco a mucha gente del ambiente – Respondió el entre risas.
– Y se ha follado a la mitad – Añadió Andrea
– ¡Andy! Eso no es verdad
– Vale, vale a las bolleras no se las ha tirado
– Sabes que eso no es cierto – Dijo el molesto – Además mi época puta fue hace un par de años, ya no soy así.
– Vale ahora eres una monja de clausura – Respondió Andrea con una mirada cómica.
– Tampoco he dicho eso, solo que ahora no voy a lo loco como antes, estoy mucho mas “controlado”. – Y dijo esto último entrecomillándolo con los dedos.
– Bueno, un poco mas controlado si que esta s – Acepto ella. – Pero vamos a cambiarnos y entremos de una vez, que quiero un mojito, pero ya. – Termino de decir tirando de mi hermana hacia el baño, mientras me dejaba a mí pensando en esa conversación que acababan de tener.
– Vamos Nando que yo también quiero un mojito. – Dijo el empujándome hacia donde se habían perdido ellas.

Ya en el baño, ni me moleste en entrar en uno de los cubiculos, llevaba el bañador bajo la ropa, de manera que me quite los vaqueros metiéndolos en la mochila y a los que le siguió la sudadera, iba a quitarme las camisetas ya que llevaba una de manga corta sobre una de manga larga y había decidido quedarme solo con la de manga corta, cuando vi que Pedro solo había guardado su abrigo y me miraba apoyado en la pared junto a mi.

– ¿Tu no te cambias? – Le dije
– Que va, yo me cambiare después cuando nos vayamos, mientras me quedo como estoy
– ¿Y entonces para que has entrado?
– Pensé que lo mismo tenia suerte y te quitabas un poco mas de ropa – Dijo mirando mi bañador, un modelo de esos que llegan por la rodilla.
– ¿De verdad pensaste que me quedaría aquí en pelotas o algo?
– No, eres demasiado tímido para hacer algo así, pero quizás si te hubieras quedado en slips o algo
– Si me tuviera que quedar en gayumbos habría entrado en uno de los cubículos, pero de todas formas yo uso boxers, no slip s – Me arrepentí de haber dicho esto ultimo nada mas salir de mi boca y seguramente tenia motivos, porque ahora Pedro me miraba de manera expectante mientras se acercaba mas a mi.
– A ver – Dijo acercando su mano al elástico del bañador.
– ¡Ni se te ocurra! – Dije apartando su mano y mirándolo horrorizado al tiempo que me sonrojaba.
– Vale, vale – Accedió alejándose de nuevo a la pared. – En serio que eres súper mono cuando te pones colorado. – Este ultimo comentario hizo que seguramente me sonrojara mas aun, de manera que el sonrió ampliamente. – Venga ¿no te ibas a quitar la camiseta? – Añadió aun expectante apoyado de nuevo en la pared junto a al puerta.
– ¿En serio te vas a quedar ahí mirándome? – Dije entre sorprendido y molesto.
– Por supuesto – Respondió lamiéndose los labios.

Intente no hacerle demasiado caso de manera que me gire dándole la espalda mientras tiraba de ambas camisetas a la vez, sacándolas por mi cabeza.

– Wow– Dijo aun desde donde estaba, yo alce la mirada con las mangas aun enredadas en mis brazos y lo vi a través del espejo que tenia justo enfrente. – ¿Haces deporte o algo? ¡Joder! No veas si engañas tu con ropa.

Este ultimo comentario me hizo volver a sonrojar y pude ver su sonrisa a través del espejo, me apresure a terminar de quitarme las camisetas y separarlas la una de la otra, deje le de manga larga en la mochila e iba a ponerme la de manga corta cuando Pedro me interrumpió.

– ¿Te la vas a volver a poner? Estas mucho mejor sin ella. – Dijo guiñándome un ojo por el espejo.
– Por mucho que sea una fiesta de espuma prefiero no andar por ahí medio desnudo. – Dije intentando no prestarle mucha atención.
– Da igual, acabaras empapado y con la camiseta pegada, hasta que te canses y te la quites.
– ¿Y entonces tu por que te quedas con la camisa puesta? – Le increpe
– Bueno por que llevo el modelito completo, aunque acabare sin camisa igual– Y dirigiéndome una mirada cómplice mientras yo me giraba con la mochila al hombro, añadió. – Pero si quieres me la quito.

Acto seguido bajo los brazos que hasta ese momento había tenido cruzados sobre el pecho y apoyando sus manos en su cintura las bajo lentamente hasta el borde de la camisa y empezó a levantársela lentamente como quien hace un streptease al tiempo que se aproximaba a donde yo le miraba sorprendido. Conforme subía su camisa primero por el lado derecho iba dejando al descubierto esa blanca piel suya, hasta que empezó a subir el lado izquierdo de la camisa y pude ver una especie de tribal que empezaba en su cadera y se perdía bajo la goma de sus pantalones de lino hacia su ingle, cuando ya se había subido la camisa hasta un poco por encima del ombligo y estaba casi a mi altura, entro una pareja de chicos en el baño riendo a carcajadas.

– Te dije que el gogó tenia novio, pero tu tenias que acercarte, me ha encantado tu cara cuando le ha cogido por la nuca y le ha comido la boca. – Decía uno a carcajadas
– Oye pero el se había estado restregando conmigo un rato antes de que apareciera Hulk. – Respondió el otro entre risas. Hasta que el primero se volvió mirando a Pedro.
– Hombre, pensé que no venias, últimamente estas de lo más perdido y Marina me dijo que hoy no salía – Dijo este hablándole a Pedro, que había soltado su camisa y ahora los miraba molesto por la interrupción, yo por mi parte había cambiado mi cara de asombro y ahora me dirigía a la puerta.
– Si, es que últimamente estoy de lo mas tranquilo, no voy tanto de fiesta. – Respondió Pedro – Y Marina hoy tiene reunión de antiguos alumnos o algo así, yo he venido con Andrea y unos amigos. – Añadió mirándome al tiempo que yo abría la puerta del baño.
– Me voy fuera con las chicas. – Dije antes de que pudiera decir nada mas y lo deje solo en el baño con los otros dos chicos.

Al salir, mi hermana y Andrea ya estaban en la puerta esperando.

– ¿Y Pedro? – Dijo Andrea.
– Esta dentro que se ha encontrado con unos amigos, creo…– Añadí esto último sin estar muy seguro.
– Bueno, mientras podemos ir dejando las cosa en el guardarropa, esta ahí enfrente – Dijo señalando una ventanilla con mostrador. – Así que cuando salga Pedro nos vera.
– Vamo s – dijo mi hermana contenta, ambas se habían puesto unos bikinis y encima llevaban unas camisetas de tirantes y pantalones piratas de algodón, todo negro por supuesto, cada vez pensaba más que se ponían de acuerdo antes de salir, me fije que las dos llevaban chanclas de playa.
– Oye ¿no le pasara nada a mis zapatos ahí dentro no? – Pregunte a Andrea mirando mis converse nuevas.
– No creo – rió – Es solo espuma, pero la ultima vez que yo vine con converse a una fiesta de espuma casi me mato, ten cuidado por que resbalan que es un gusto, a unas malas te puedes quedar descalzo, aunque tampoco te lo recomiendo mucho, se puede caer algún vaso y claro con las espuma no lo ves, así que te podrías cortar, en fin como tu vea s – Añadió.
– Mejor me arriesgo con las converse. – Dije no muy convencido.

Cuando estábamos terminando de dejar las cosas apareció Pedro para dejar las suyas, diciendo que le habían entretenido en el baño con mil preguntas, terminamos de dejarlo todo y nos dieron unas bolsas herméticas de plástico transparente para que metiéramos el móvil, y demás cosas, susceptibles a estropearse bajo el agua, lo guardamos todo y nos fuimos por fin para adentro, ya que hasta ahora habíamos estado en una pequeña sala donde solo estaba el guardarropas y el baño en el que nos habíamos cambiado, junto al guardarropa había un arco que daba a un ancho pasillo y al fondo del pasillo ya se veían las luces propias de una discoteca y se escuchaba la música cada vez mas fuerte. Cuando salimos del pasillo nos encontramos con una sala no muy grande pero tampoco pequeña, era más grande que el pub de la noche anterior pero tampoco tan grande como podría esperarse de una discoteca. Pedro me explico que la discoteca tenia otra sala un poco mas pequeña que en la que estábamos pero que nunca la abrían cuando hacían fiesta de espuma, para no hacer mucho destrozo. Debido a la hora, ya que era más bien temprano, tampoco es que hubiera mucha gente, pero me confirmaron que se iba llenando a lo largo de la noche con la gente que habíamos visto fuera haciendo botellón.

La barra estaba a nuestra izquierda era bastante laga, ocupaba casi toda la pared izquierda de la disco, que era el lado mas largo del rectángulo que formaba esta, a partir de la mitad era cuando se podía ver que empezaba la espuma, aunque había restos de ella hasta cerca del pasillo donde estábamos, de la gente que había estado entrando y saliendo.

Andrea fue la primera en acercarse a la barra para pedir, mientras las chicas que habíamos visto antes frente al baño se acercaban Pedro intentando llenarlo de espuma. Yo estaba mirando como efectivamente la espuma mojaba la camisa de pedro y hacia que poco a poco se le fuera pegando al cuerpo, cuando se me acerco Andrea con un par de vasos en la mano.

– ¿Qué es esto? – Pregunte al ver que me tendía uno a mi.
– Como has pagado el taxi te invito a la primera copa – Dijo ella sonriendo, mientras yo la miraba con desconfianza. – Oye que es un mojito, lleva, lima, azúcar, hierba buena, agua con gas y un poco, pero muy poco de ron.
– ¿Cómo de poco? – Dije al tiempo que lo probaba
– Poquísimo – Respondió sonriendo, cuando lo probé bebiendo por la pajita que traía me supo sobre todo a lima y menta, no note siquiera sabor a alcohol de manera que simplemente, cogí el vaso de su mano y bebí un poco mas. – Bueno, entonces me lo quedo.
– Déjame probar Nando – Me dijo mi hermana cogiendo mi vaso al tiempo que bebía un poco – Oye, esto esta buenísimo, pídeme uno de estos Andy.
– Eso esta hecho – Dijo la aludida volviéndose hacia el camarero y pidiendo otro mojito.
– ¿Ya habéis empezado? – Pude oír a Pedro tras de mi, cuando me gire estaba totalmente despeinado, con el pelo mojado cayéndole a mechones irregulares sobre la cara y poco de espuma sobre la nariz, al mirarlo mejor me di cuenta de que efectivamente tenia la ropa húmeda pegada sobre la piel, sobre todo los pantalones que ahora dejaban translucir unos slips que debían ser celeste, abrumado aparte la vista girándome hacia mi hermana a la que justo ahora el camarero le estaba dando su mojito.
– ¿Eso es un mojito Angy? – Le pregunto el.
– Si, están buenísimos, no los había probado nunca.
– Hombre Pedro, tu por aquí, pensé que ya no salías de fiesta. – Dijo el Camarero de pronto.
– Otro igual, tampoco es para tanto, es solo que últimamente salgo meno s – Respondió sonriendo. – ¿Y tu desde cuando trabajas aquí?
– Pues desde hace un mes, pero como tu ya no sales, pues no nos habíamos visto, mira como te han puesto. – Dijo el camarero alzando una mano y quitando la espuma sobre la nariz de Pedro mientras sonreía. – Venga que te invito, por los viejos tiempo s – Añadió con una sonrisa mas provocadora.

A mi ese “por los viejos tiempos” me sonó de todo menos bien, pero visto lo visto tampoco era para sorprenderse.
– ¿Pero a mi nada mas? Estírate y ponnos una ronda de chupitos ¿No? – Dijo mientras el guiñaba un ojo.
– Que morro tienes, bueno venga, ¿De que os lo pongo?
– ¿Tienes vodka caramelizado?
– La duda ofende
– Pues cuatro de vodka entonces.
– Oye, yo prefiero no mezclar mucho. – Intente decir mientras miraba a Pedro.
– No seas maricona, es solo un chupito, además esta de muerte, ya veras.
– ¿Cuatro entonces? – Dijo el camarero confuso
– Si, claro cuatro – Respondió Pedro sin darme elección, yo suspire poco convencido pero aun así no pude negarme cuando el camarero me puso el chupito por delante.

Los cuatro nos bebimos los chupitos brindando por Kanji, con la excusa de que nos habíamos conocido allí.

Después de bebernos nuestras primeras bebidas nos fuimos un poco mas hacia dentro donde estaba la espuma, en poco mas de una hora el local se había llenado considerablemente y la verdad es que estaba de lo mas animado, al cabo de un rato ya estábamos de espuma hasta las cejas Angy y Andrea luchaban de vez en cuando entre ellas llenándose de espuma y después intentando llenarnos de espuma a Pedro y a mi, con la excusa de que yo había pagado el taxi mi hermana también me invito a otro mojito que yo acepte encantado.

Después de un rato allí, Pedro me pidió que lo acompañara a la barra a pedir, y se sumo a la excusa del taxi para pedirme otro mojito, yo ya estaba empezando notar que aquello no era tan suave como parecía en un principio por que solo llevaba un par de mojitos y un chupito de vodka y me empezaba a notar los efectos, pero ya no podía hacer nada por negarme el había pedido y cuando llegamos con las chicas cada una tenia su propio vaso, de modo que no pude dárselo a ninguna de las dos, ellas desde luego parecían mas acostumbradas a la bebida que yo, que tampoco era de extrañar, porque nunca he sido de beber mucho, solía conformarme con una copa los días que salía y después me pasaba el resto de la noche a base de coca – cola. Yo a estas alturas y después de mi tercer mojito ya había decidido que no iba a permitirles darme mas alcohol, aunque al menos agradecía poder estar aun en mis cabales, "mas o menos..."

Tal y como había dicho Pedro al cabo de una hora ya estaba mas que harto de mi camiseta y dudaba si quitármela o no, ya que cada dos por tres tiraba de ella para despegármela de la piel, mire alrededor y vi que mas de la mitad de los chicos estaban solo con los pantalones o el bañador, mi hermana y Andrea parecieron notar mi indecisión y decidieron que debían quitármela, por que después de cuchichear un poco ambas se me acercaron con cara de perturbadas, cada una por un lado y empezaron a tirar de mi camiseta.

– ¿Pero por que yo? Pedro aun lleva su camisa – Intente decir mientras Angy me hacia cosquillas y Andrea tiraba de mi camiseta.
– No, no, a mi no me metas, además yo me la quito solito – Dijo el sonriéndome. – Pero vosotras tenéis mucho morro ¿Por qué no os quedáis vosotras en bikini? – Añadió mirándolas a las dos que habían dejado de molestarme por unos segundos. – Si os quitáis las camisetas yo me quito la camisa. – Dijo mientras se lamía los labios provocador.
– Eso esta echo – Dijo Andrea soltándome al tiempo que yo me bajaba la camiseta, pero Pedro rectifico en el ultimo momento.
– Bueno no, he cambiado de idea, primero le quitáis la camiseta a Nando y luego me la quito yo, pero como no os las quitéis luego vosotras os las quito yo mismo, con los diente s – Añadió mirando lascivamente a Andrea.
– Vale, yo luego dejo que me quites la camiseta con los dientes. – Dijo ella feliz.
– Nando, yo que tu me quitaba la camiseta, por que después de lo que acabo de decir, te aseguro que Andrea te la quita por las buenas o por las malas. – Me dijo el sonriendo.
– No, no, de eso nada, no me parece justo – En realidad ya me daba igual la camiseta, de hecho ya tenia hasta ganas de quitármela, era solo por llevar la contraria.
– ¿Prefieres que te la quite yo con los dientes? – Dijo Pedro acercándose a mi.
– Pues mira…. – Me arrepentí de haber dicho aquello en voz alta en el momento en que Angy y Andrea me miraron sorprendidas y Pedro se cercaba mas a mi, agarrándome por la cintura. – ¡Era broma, broma!

Grite mientras intentaba separarme de Pedro, pero no puede hacer nada cuando su manos que descansaban en mi cintura fueron bajando lentamente por mis caderas hasta el filo de mi camiseta y vi como el también bajaba al mismo tiempo que sus manos, me quede completamente de piedra cuado me di cuenta de que lo estaba mirando desde arriba al tiempo que el desde mi pecho me miraba a mi mientras seguía flexionando sus rodillas para bajar cada vez mas, ya no sabia si aquello era por la sorpresa o el alcohol pero me veía incapaz de mover un solo músculo para impedir lo que vendría después y vi como si se tratara de un plano a cámara lenta como el descendía por mi pecho mientras Angy y Andrea nos miraban sin habla, por un momento casi me pareció que toda la disco nos miraba solo a nosotros, pero claro eso también debió ser producto de mi mente y el alcohol, por que a nuestro alrededor solo se veía el mismo movimiento que antes de gente jugando entre la espuma. Casi me quede sin aliento cuando vi que llegaba a la zona e mi entrepierna y entreabriendo los labios se acercaba peligrosamente a lo que por momentos empezaría a ser una notoria erección, rogué por que no se acercara mas o empezaría pasar vergüenza de verdad y yo seguía en mi sitio olvidándome incluso de respirar, casi como si hubiera escuchado mis ruegos sus manos subieron lentamente por mis costados junto con mi empapada camiseta hasta que asomo la goma de mi bañador y un poco de la piel de mi vientre, justo en ese instante el subió un poco su cabeza y acercado su boca a mi vientre agarro mi camiseta con los dientes y siguió subiendo arrastrándola por mi pecho al la vez que se ayudaba por sus manos que acariciaban mis costados con dedos rugosos de estar tanto tiempo en la espuma. Casi reprimí un jadeo cuando vi que su rostro se aproximaba mas al mió, pero al llegar a la misma altura solo siguió subiendo sus manos que me hicieron levantar los brazos para terminar de quitar mi camiseta. Y después de pasarla por mi cabeza y despojarme totalmente de ella, me di cuenta de que había estado conteniendo la respiración casi desde el principio por lo que no pude evitar respirar aceleradamente ahora, que como por arte de magia, los sonidos de la disco volvían a ser tan estruendosos como antes, la gente a nuestro alrededor seguí tan en su mundo como al principio al parecer nadie mas que mi hermana y Andrea habían sido testigos de aquello. Salí del estado de shock cuando Pedro lazo mi camiseta a Angy y Andrea aplaudió estrepitosamente.

– ¡Oh my God! Ha sido la mejor escena de yaoi en vivo que he visto en mi vida. – Gritaba ella emocionada mientras mi hermana comenzaba a parpadear confundida como si no hubiera parpadeado ni una sola vez desde el principio de la “escena”.

Cuando me di cuenta de la situación casi muero de la vergüenza y por un segundo pensé que cualquier resto de alcohol que hubiera en mi cuerpo se había evaporado, pero cunado al dar un paso hacia atrás me tambalee, me di cuenta de que no era así. En ese momento Pedro se apresuro a agarrarme por un brazo y tiro de mi hacia su cuerpo.

– Dios, de verdad que estas monísimo cuando te sonroja s – Dijo rozando sus labios con el lóbulo de mi oreja, pensé separarme de el, pero ni siquiera me dio tiempo cuando ya me había soltado.
– Necesito una copa – Dije sin pensar
– Eso esta hecho – respondió Pedro alejándose hacia la barra, pensé en pararlo porque lo que menos me convenía en ese instante era una copa mas, pero no me dio tiempo a reaccionar y para cuando quise hablar ya lo había perdido de vista, si la cosa seguía así acabaría cayendo completamente en sus brazos, y aunque en realidad sabia que lo estaba deseando, no me apetecía ser el típico tío fácil que se lo monta con cualquiera y Pedro no dejaba de ser un chico que conocía de apenas un par de días.

Ni siquiera me di cuenta cuando Andrea y mi hermana se acercaron a mi.

– ¿Nando estas bien? – Pregunto mi hermana – Estas como ido.
– Esta flipando, eso es lo que esta – Dijo Andrea
– ¡Yo no estoy flipando! – Dije intentando autoconvenerme de ello – Solo estoy sorprendido
– Hostia Nando, no veas como estas por cierto – Dijo Andrea mirándome de manera lasciva mientras se me acercaba y posaba sus manos en mi pecho. – ¿Haces deporte?
– Antes juba a balonmano – Respondió Angy. – Tenía a unas cuantas chicas como locas, sobre todo a mis amigas, pero andaban un poco desencaminadas.

Ambas rieron y Andrea se aparto de mi.

– Supongo que ahora nos quitara la camiseta a nosotras. – Dijo Angy
– De eso nada, ahora se tiene que quitar el la camisa. – Dije molesto – Después de lo que me hecho pasar que menos. – Termine avergonzado.
– Si, si, tu lo que quieres es verlo sin camisa – Dijo Angy con cara de circunstancia.
– No es eso, el dijo que se la quitaría si me la quitaba yo.
– Y me la pienso quitar – Dijo Pedro a mi espalda sorprendiéndome
– Venga, venga, que te la quite Nando con los diente s – Dijo Andrea animada mientras me miraba
– Por mi perfecto – Respondió Pedro tendiéndome el cuarto mojito de la noche

– Ni lo sueñes, dije dándole un par de buches rápidos al vaso
– Oye ten cuidado que Miguel me los ha cargado mucho esta vez– Dijo Pedro mirándome
– ¿En serio? Yo lo noto normal
– ¿A ver? – dijo Andrea cogiendo mi vaso y bebiendo de el. – Este Miguel si que sabe, le ha echado lo menos medio baso de ron.
– No será para tanto – dije yo volviendo a beber. – ¿Tu no te ibas a quitar la camisa? – dije a Pedro sonriéndole, por un momento pensé que se me había quitado toda la vergüenza.
– Por supuesto – respondió, y pasándole su vaso a Angy que lo cogió bebiendo un poco mientras hacia una mueca de asco empezó a subirse la empapada camisa lentamente volviendo a dejar a la vista aquel tatuaje que había visto antes en el baño. Para cuando se quito la camisa y la puso sobre una de las mesas altas que había junto a la pared, donde habíamos estado dejando los vasos y donde ahora también estaba mi camiseta, yo estaba con la boca abierta mirándolo descaradamente sobre todo a la zona del tatuaje.
– ¿Te gusta? – Dijo el pasando un dedo por el tatuaje mientras bajaba un poco el elástico de su pantalón – Me lo hice el verano pasado.
– Esta muy chulo dije volviendo a beber de mi vaso, cuando me quise dar cuenta me había bebido un mojito entero en menos de diez minutos. – Tengo que ir a mear – Dije soltando el vaso en la mesa.
– Yo también – se apresuro a decir el y yo lo mire con cara de extrañeza. – No queremos que te violen en el baño ¿verdad?
– No se yo que tiene mas peligro – Dijo Andrea, pero yo simplemente me giré y comencé a andar al baño, después de un par de pasos inseguros mis converse resbalaron en el suelo mojado, note una mano en mi espalda que me ayudo a mantener el equilibrio y oí la voz de Pedro en mi oído.
– Oye no vayas tan rápido que te cae s – yo simplemente bufe pero no me negué cunado note su brazo rodeando mi cintura.

Cuando llegamos al baño me di cuenta de que seguramente estaba peor de lo que yo creía, por que había resbalado varias veces por el camino y al llegar de no ser por Pedro me habría chocado con la puerta, aunque afortunadamente el se apresuro a abrirla cuando yo iba de cabeza hacia ella.

Una vez dentro me acerque al urinario mas alejado de la entrada y me pelee con el cordón de mi bañador, cuando conseguí desatarlo apoye una mano en la pared de enfrente intentando evitar que toda la habitación se moviera y comencé a mear, sin notar que Pedro estaba en el urinario de al lado, haciendo exactamente lo mismo que yo.

– Estas bastante bien por lo que veo – Dijo Pedro mirando hacia mi entrepierna, ni corto ni perezoso eche un vistazo a la suya antes de responder.
– Andamos los dos por el estilo ¿no?
– Bueno eso nuca se sabe, unas crecen mas que otras
– Supongo – respondí al tiempo que me la sacudía para volver a dejarla en su sitio.

Decidí no volver a pelearme con el cordón de manera que simplemente lo metí dentro del bañador y me acerque al lavabo para enjuagarme las manos.
Iba a secarme pero me pareció una estupidez, teniendo en cuenta que en cuanto saliera me mojaría igualmente, así que me volví hacia la puerta.

– Oye no te vayas sin mi – dijo Pedro acercándose al lavabo
– ¿Por qué?
– Por que estoy viendo que si te vas solo, esas converse harán que te mates por el camino – dijo mirando mis pies. – Eso y la borrachera que lleva s – terminó riendo
– Yo no estoy borracho – casi me arrepentí, porque seguramente había sonado como uno.
– Seguro – dijo acercándose provocador mientras yo me apoyaba en la pared junto a la puerta.

Cuando me quise dar cuenta tenia sus manos posadas en la pared a cada lado de mi cara, y su cuerpo se acercaba cada vez mas al mió.

– Reconócelo, vas muy pedo – susurro en mi oído.
– No es para tanto, aun controlo.
– Ya, entonces ¿sabes perfectamente lo que haces? – dijo acercando mas su cara a la mía quedándonos a escasos centímetros
– Claro
– ¿Vas lo suficientemente bien como para saber lo que quieres? – insistió lamiéndose los labios y acercándose hasta el punto de que nuestras narices casi se rozaban.
– Si – casi jadeé
– ¿Seguro? – esta vez nuestras narices se rozaban y pude sentir su respiración sobre mis labios entreabiertos y como su aliento olía tanto a alcohol como seguramente olía el mió. Y pensé “a la mierda con no ser fácil, a la mierda con todo”. Y acercándome mas a él de lo humanamente posible susurre.
– Segurísimo

Y acto seguido uní mis labios con los suyos en un beso que al principio al el le llego por sorpresa pero que poco tardo en hacerse mas intenso, en un momento dado el abrió sus labios y puede notar como nuestros alcoholizados alientos se unían a la par que nuestras lenguas. Poco a poco casi sin darme cuenta fui separando mis brazos de la pared y los alce hasta rodear con ellos su cintura y acercarlo aun mas a mi cuerpo casi desesperadamente. El despegó las palmas de las manos de la pared y las apoyó a mis costados resbalando por mi piel lentamente hasta mi cintura, momento que yo aproveche para subir una de mis manos hasta su cuello presionando sobre su nuca, haciendo el beso aun mas profundo mientras nuestras lenguas seguían en esa constante y húmeda batalla. El se despego un poco de mi cuerpo y sus manos recorrieron ahora mi desnudo abdomen haciéndome cosquillas por las que no pude evitar reír, risa que resonó como un jadeo en su boca, con mi otra mano subí lentamente por su delgada espalda recorriendo el camino que trazaba su columna mientras una de sus juguetonas manos descendió lentamente por mi abdomen jugando con mi ombligo y bajando incluso un poco mas hasta rozar el elástico de mi bañador, casi sin pensarlo la mano que había recorrido su espalda bajaba ahora rauda y se posaba sobre una de sus nalgas, gesto que tomo el como indicio de que podía seguir por donde iba y sin pensárselo dos veces introdujo poco a poco su mano bajo mi bañador acariciándome suavemente sobre la tela de los boxers, yo no pude mas que apretar mi mano sobre su nalga para acercarlo aun mas a mi aprisionando ente nuestros cuerpos esa mano que me estaba produciendo tantas increíbles sensaciones, en ese momento e incluso sin notar como se abría la puerta a nuestro lado no pude evitar gemir entre sus labios, de una manera que me hubiera hecho ruborizar de no ser por que toda la sangre de mi cuerpo estaba concentrada en un mismo punto, todo aquello eran tan surrealista, y lo peor es que yo quería que continuara que no se parara ahí, quería sentir mas. Pero una voz me hizo salir de aquella situación de ensimismamiento.

– ¡Hostia! Porno grati s – oí decir a mi derecha, en ese momento Pedro se separo de mi lentamente sacando la mano de donde la había tenido hasta entonces haciéndome jadear sobre sus labios entreabiertos y se giro hacia aquella odiosa voz mientras yo seguía con los ojos cerrados.
– ¡Mierda! Pablo, no podía ser otro, vete a tomar por culo tío, menudo corta rollo s – Grito Pedro mientras yo intentaba recomponer mi alterada respiración al tiempo que miraba hacia el tal Pablo.
– Joder tío, no sabia que eras tu, a demás ¿A quien se le ocurre? Haberos ido a otro sitio – respondió Pablo.

En ese momento note como todo me daba vueltas y como si mi estomago intentara bailar la samba dentro de mi cuerpo, sin poder evitarlo resbalé un poco por la pared del baño mientras Pedro me sujetaba fuertemente por las caderas.

– ¿Estas bien? – Pregunto casi susurrándome al oído
– Creo que no – conseguí responder, sacando fuerzas de donde pude me incorpore y lo aparte rápidamente. – Creo que voy a vomitar.

Y me abalance hacia uno de los cubículos abiertos seguido de cerca por Pedro.

– Joder tío, este esta fatal– oí decir a Pablo mientras yo llegaba a tiempo de descargar el contenido de mi estomago por el retrete.
– Cállate Pablo, ¿por que no me haces un favor le dices a Andrea que venga? esta con la hermana de el casi al fondo de la disco.
– Si hombre ¿Y que mas?
– Venga tío, no seas así, no te va a matar hacerme tú un favor de vez en cuando
– Bueno, pero al menos deja que mee primero ¿no?
– Está bien pero no tardes

Mientras yo seguía con el estomago bailando samba y con arcadas, Pedro me sujetaba por los hombros y pude oír como Pablo salía del baño refunfuñando.

– Lo siento Nando, no debí darte el ultimo mojito – me dijo el acariciando mi espalda, yo negué con la cabeza, dentro de mi “ahora reconocida borrachera” sabia que la culpa no era del todo suya.

Cuando deje de vomitar y parecía que ya no podía echar nada mas intente incorporarme un poco y el me ayudo a quedar apoyado en la pared.

– Espera creo que metí pañuelos en la bolsa – y mientras me sujetaba por uno de mis hombros rebusco en sus bolsillos sacando el borde de una bolsa de plástico al tiempo que la abría. – Parece que hay suerte.

Y sacando un para de pañuelos de papel me los tendió para que me limpiara los restos de la boca, yo me limpie y acto seguido me incorpore del todo para dirigirme al lavabo, lo que realmente quería era enjuagarme, para quitar el mal sabor. El pareció ver mis intenciones y agarrándome por la cintura me acompaño al lavabo donde yo me enjuague y bebí un poco de agua directamente del grifo. Justo en ese momento vi en el espejo como entraban Andrea y mi hermana con cara de preocupación.

– ¿Qué le ha pasado? – dijo mi hermana acercándose
– Que ha echado hasta la primera papilla que le dio vuestra madre – respondió Pedro señalando el retrete donde yo había vomitado.
– ¿Estas bien? – dijo Angy acariciándome la cara
– Mejor que hace un momento pero quiero irme a casa – respondí apoyando mi cabeza en el hombro de Pedro, que me agarro fuertemente por la cintura.
– Voy a pedirle una coca – cola, tu ve a sacar nuestra cosa del guardarropa – dijo Angy a Andrea dándole nuestras chapas del guardarropa.
– Yo me quedo aquí con el por si le entra fatiga otra vez– Dijo Pedro abrazándome mas fuerte.
– Gracia s – dijo mi hermana antes de salir
– Si, gracia s – dije yo dejándome caer un poco sobre el.
– De nada, pero no te eches encima mía que tu eres mas grande que yo y yo estoy muy canijo – dijo riendo, yo no pude evitar sonreír.

A los pocos minutos llego mi hermana con la coca – cola que me sentó genial y poco después Andrea criticando lo lenta y torpe que había sido la chica del guardarropa, no se por que en un taque de vergüenza que ya no venia a cuento, después de lo que había pasado me negué a quitarme el bañador y quedarme en boxers para ponerme los pantalones, de manera que me puse los vaqueros sobre el bañador mojado, mojando los vaqueros de paso, mi hermana guardo mi camiseta con su ropa mojada y Pedro me ayudo a ponerme la otra camiseta, la sudadera y el abrigo. Y así salimos a la calle mientras Andrea llamaba un taxi, que nos llevaría a casa.

Los chicos decidieron parar directamente en nuestra casa y ellos irían andando a partir de ahí a las suyas que según ellos no estaban tan lejos, cuando bajamos del taxi me entro un frió terrible y empecé a temblar un poco cosa que noto rápidamente Pedro, que no se había separado de mi, de manera que se empeño en subir con Angy y conmigo según el para ayudarla por si no podía conmigo, aunque yo ya estaba bastante mejor, Andrea mientras se quedo en el portal por no subir tanta gente.

Cuando llegamos a la puerta de casa mientras mi hermana intentaba abirir la puera y se peleaba con la cerradura Pedro aprovecho par darme un fugaz beso en los labios.

– Oye, mañana hablamos. – me dijo acariciando mi cara y haciéndome mirarle a los ojos.
– Claro – respondí sonrojándome de nuevo
– Pero que mono ere s – dijo entre risas cuando me vio.
– Gracias Pedro – dijo mi hermana que ya había conseguido abrir la puerta. – Creo que ya puedo sola.
– Hasta mañana – Dijo el despidiéndose con la mano ya dentro del ascensor
– Hasta mañana – respondimos mi hermana y yo a la vez.

Cuando entre en casa me quite los pantalones mojados y el bañador, pensé en darme una ducha caliente pero me lo pensé mejor y simplemente me cambie los boxers por unos secos y me puse el pijama antes de meterme en la cama y taparme hasta las orejas.

Ahora que lo veía todo un poco mas claro, me di cuenta de lo que realmente había pasado y quise morir de vergüenza, pero ya no podía hacer nada y me moría de sueño, mañana seria otro día.

0 comentarios

Publicar un comentario

Otaku-Zen | Powered by Blogger | Entries (RSS) | Comments (RSS) | Designed by MB Web Design | XML Coded By Cahayabiru.com